Interioristas y Empresarios: Es Hora de Que Nos Tomemos en Serio.

25.03.2025

Si a los interioristas nos dieran un euro por cada vez que nos han dicho "¡Qué profesión tan bonita!", podríamos pagar sin pestañear las facturas de esos proveedores que siempre suben los precios a última hora. Pero la realidad es otra.

Porque sí, esto es una profesión maravillosa. Diseñamos espacios que emocionan, transformamos casas en hogares y locales en experiencias. Pero, ay, amigos, nos olvidamos de un pequeño detalle: hacer que nuestro negocio sea rentable.

Y así, durante años, hemos visto a interioristas talentosos, con un gusto exquisito y un dominio absoluto de las tendencias, acabar diseñando franquicias de comida rápida con más plástico que personalidad. O peor aún, pasarse al mundo de la inmobiliaria, la docencia forzosa o cualquier otro trabajo que les permitiera pagar las facturas, mientras sus sueños de grandes proyectos quedaban sepultados bajo montañas de facturas impagadas y clientes tóxicos.

Porque seamos sinceros: en las escuelas de diseño nos enseñaron a combinar texturas, a entender la psicología del color y a enamorarnos del mármol de Carrara. Pero, ¿alguien nos explicó cómo calcular nuestros honorarios sin miedo a que el cliente se caiga de la silla? ¿Nos hablaron de flujos de caja, estrategias de marketing o negociación con proveedores? No, claro. Eso era "poco artístico".


Creatividad Vs. Negocio: El Combate Que Nunca Debió Existir

Aquí viene el gran error: nos hicieron creer que, si queríamos ganar dinero, teníamos que traicionar nuestra esencia creativa y vendernos al mejor postor. Y que si queríamos hacer proyectos icónicos, debíamos resignarnos a que el dinero siempre fuera un problema.

Y así nos encontramos con estudios que parecen sacados de Pinterest pero que sobreviven gracias a proyectos que nadie quiere admitir en su portfolio. Con interioristas que cobran menos que el albañil que les ejecuta la obra. Con compañeros de profesión que aman su trabajo pero odian su día a día.

¿Y si te digo que no tienes que elegir entre la creatividad y la rentabilidad? Que puedes tener ambas. Que puedes diseñar lo que realmente quieres y, además, vivir bien de ello.

Pues bien, aquí es donde entra el Máster en Interiorismo, Emprendimiento y Gestión de Negocios del Hábitat.


El Máster Que Te Ahorrará Años de Sufrimiento

Este máster es lo que nos faltaba desde hace décadas. Es la formación que, si hubiéramos tenido antes, nos habría ahorrado muchos disgustos, clientes impresentables y horas de trabajo no pagadas.

Aquí no te van a soltar un rollo teórico sobre "visión empresarial" sin aplicabilidad real. No. Te van a enseñar, de verdad, cómo hacer que tu negocio funcione. Desde cómo estructurar tus honorarios hasta cómo gestionar un equipo sin que parezca que has adoptado una guardería. Desde cómo vender tus proyectos con seguridad hasta cómo optimizar tus tiempos para no vivir encadenado a tu estudio.


Y lo mejor es que no es solo para interioristas. Si tienes una empresa de reformas, una tienda de muebles o un estudio de cocinas, esto también te interesa. Porque el sector del hábitat es amplio, y todos compartimos los mismos problemas: clientes que piden "una rebajita", proveedores que desaparecen cuando más los necesitas y proyectos que se eternizan sin que veas un euro más.

Pues bien, este máster es la vacuna contra todo eso.

¿Quieres Seguir Quejándote o Quieres Soluciones?

Sé que esto suena duro, pero si llevas años en la profesión, sabes que es verdad. Así que la pregunta es sencilla:

¿Vas a seguir quejándote de lo difícil que es el sector o vas a hacer algo para cambiarlo?

Si eliges la segunda opción, aquí tienes la oportunidad perfecta. Solicita información sobre el máster y empieza a gestionar tu negocio como lo que es: un negocio de verdad.

Porque ser interiorista no significa ser bohemio y arruinado. Significa ser creativo, sí, pero también inteligente. Y este máster es la clave para que, por fin, puedas ser ambas cosas sin renunciar a nada.