"Diez aspectos fundamentales para ser un verdadero Profesional del Interiorismo"

23.08.2024


1. Trabaja en milímetros, no en metros

La precisión es nuestra divisa. Mientras los arquitectos operan en metros, nosotros los interioristas manejamos milímetros. Sí, los milímetros importan, y mucho. Nuestra percepción detecta diferencias mínimas en el entorno. Las juntas del suelo, los gruesos de los montantes de una librería y las tolerancias entre piezas de los muebles se expresan en milímetros. Cada milímetro cuenta para garantizar un acabado perfecto y profesional. No hay espacio para errores.

2. Mide bien

Medir correctamente un espacio es esencial para evitar errores costosos en obra. Aprender a triangular un espacio, trasladar al plano con precisión sus descuadres y asegurarse de que todas las medidas generales, diagonales, parciales, alturas, gruesos y alzados de detalle estén en el croquis de medición es fundamental. Cada detalle visible en el espacio debe estar reflejado en el plano. La medición precisa desde el principio evita problemas y gastos innecesarios durante la ejecución del proyecto. Un buen profesional no se permite el lujo de medir mal.

3. No escojas los materiales solo con la vista, sino con el tacto

Las fotos de materiales en la pantalla del ordenador o del móvil no son suficientes. Los materiales deben ser tocados para apreciar su textura y calidad. Tanto tú como tu cliente deben sentir los materiales antes de hacer una elección final. Esto asegura que la elección de materiales cumpla con las expectativas y necesidades del proyecto. La percepción táctil es crucial para entender cómo se comportará un material en el uso diario y cómo contribuirá al ambiente general del espacio. No basta con que se vea bien, tiene que sentirse bien. Además, opta por materiales sostenibles y de bajo impacto medioambiental siempre que sea posible. La sostenibilidad no es una opción, es una responsabilidad.

4. Entiende la luz

La iluminación transforma un espacio. Conocer las diferentes fuentes de luz, su intensidad, color y cómo afectan a los materiales y colores del espacio es crucial. Un buen interiorista debe saber cómo utilizar la luz natural y artificial para crear ambientes agradables y funcionales. La iluminación adecuada resalta características arquitectónicas, mejora la funcionalidad del espacio y contribuye al bienestar de los ocupantes. Experimenta con diferentes configuraciones y tipos de iluminación hasta encontrar la combinación perfecta para cada proyecto. Aprovecha al máximo la luz natural para reducir el consumo energético y mejorar la eficiencia del espacio.

5. Domina el color

El color es una herramienta poderosa en interiorismo. Conocer la teoría del color, cómo combinarlos y el efecto psicológico que tienen en las personas te permitirá crear espacios armoniosos y que transmitan las sensaciones adecuadas. Además, es importante entender cómo la luz afecta a los colores para evitar sorpresas desagradables. Los colores influyen en el estado de ánimo y la percepción del espacio. Elegir la paleta adecuada es esencial para el éxito del diseño. No dejes nada al azar en este aspecto. Utiliza pinturas y tintes ecológicos que no dañen el medio ambiente ni la salud de los ocupantes.

6. Ten en cuenta la ergonomía

Los espacios deben ser funcionales y cómodos. La ergonomía estudia cómo las personas interactúan con su entorno, y aplicar estos principios en el diseño de interiores garantiza que los espacios sean cómodos y eficaces. Cada mueble, cada distribución debe considerar la comodidad y el uso práctico. Diseñar con ergonomía en mente no solo mejora la experiencia del usuario, sino que también puede prevenir problemas de salud a largo plazo. Un espacio ergonómico es un espacio bien diseñado. Además, considera el uso de materiales reciclados y renovables en el mobiliario para reducir el impacto ambiental.

7. Personaliza cada proyecto

Cada cliente es único, y sus espacios deben reflejar su personalidad y necesidades. Escuchar a tus clientes y entender sus gustos y estilos de vida te permitirá diseñar espacios que realmente los satisfagan y en los que se sientan a gusto. La personalización es clave para crear interiores memorables y funcionales. Deja tu ego aparcado. No diseñas para ti, lo haces para tus clientes. Adaptar tus ideas a las necesidades y deseos de tus clientes asegura que el resultado final sea tanto práctico como estéticamente agradable para ellos. Un buen interiorista es, ante todo, un buen intérprete de sus clientes.

8. Aprende a comunicarte

La comunicación efectiva con tus clientes y con el equipo de trabajo es vital. Debes ser capaz de transmitir tus ideas de manera clara y comprensible, tanto verbalmente como a través de bocetos y planos. Cada documento se redacta pensando en un receptor concreto. ¿Este plano es para el cliente o para un operario de obra? Adapta el lenguaje al receptor. No sirve que quede "mono" si el receptor no lo entiende. Una buena comunicación evita malentendidos y asegura que el proyecto se desarrolle de manera fluida y sin contratiempos. Un mensaje claro es un proyecto exitoso. Y no olvides coordinar con los instaladores de electricidad, fontanería y climatización; sus sistemas son el esqueleto invisible del espacio.

9. Mantente actualizado

El mundo del diseño de interiores está en constante evolución. Las tendencias cambian, surgen nuevos materiales y tecnologías. Comunidades como INSENIA te permiten mantenerte al día con las últimas novedades del sector, lo que te permitirá ofrecer soluciones innovadoras y estar a la vanguardia del diseño. Y esto es así porque hacemos masterclass y visitas profesionales cada semana, y nuestra comunidad está invitada a participar de por vida. Mantenerse informado y en constante aprendizaje es esencial para seguir siendo relevante y competitivo en el mercado. La actualización constante es la marca de un verdadero profesional.

10. Desarrolla un buen ojo para los detalles

Los detalles marcan la diferencia. Un buen interiorista debe tener un ojo agudo para los detalles, desde la elección de los accesorios hasta el acabado de los muebles. Los pequeños detalles, cuando se cuidan y se integran correctamente, pueden elevar un diseño de bueno a excepcional. Los detalles bien pensados y ejecutados pueden dar cohesión y sofisticación al espacio, asegurando que cada elemento contribuya al conjunto de manera armoniosa y funcional. No subestimes el poder de los detalles. Asegúrate de que todos los materiales y técnicas empleadas sean sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. La atención al detalle también incluye ser responsable con nuestro planeta.

Ser un verdadero profesional del interiorismo requiere atención meticulosa a estos aspectos fundamentales. La precisión, la sensibilidad táctil y visual, el conocimiento técnico y la creatividad se combinan para crear espacios que no sólo son estéticamente agradables, sino también funcionales y personalizados. Estos principios te guiarán para convertirte en un interiorista de excelencia, capaz de transformar cualquier espacio en un entorno que inspire y satisfaga a tus clientes. Aquí no se admite la mediocridad; solo la perfección es suficiente.